Hace unos meses comenzó una escasez mundial de carburantes que aumentó su precio a cotas no vistas antes y que, a día de hoy, se mantiene. En España, si bien los precios del combustible siguen siendo algo elevados, no es nada comparado con lo que está sufriendo el país vecino, Francia. En el territorio galo, desde hace unos días hay una carencia casi total, tanto es así que el Gobierno ha tenido que activar un plan de urgencia para que sus servicios esenciales puedan continuar trabajando.
El territorio francés está dividido en departamentos, en los que gobierna un prefecto (subdelegado del Gobierno francés), que es quién se encarga directamente de decidir quién es o no es servicio esencial dentro de su territorio. Es aquí donde aparece el debate: en según qué departamentos, unos oficios se consideran primordiales o no.
Con este contexto, el Sindicato Nacional de Veterinarios se ha puesto en contacto con el Ministerio de Transición Ecológica, el Ministerio de Agricultura y los prefectos de todos los departamentos de Francia para reclamar que se incluyan a los veterinarios dentro de aquellos servicios considerados esenciales a nivel nacional.
Asimismo, avisan de que pertenecer a los servicios esenciales a nivel nacional podría ser una forma de evitar situaciones como esta en el futuro, "en caso de que pueda haber nuevas restricciones en materia de electricidad o combustible”. Por otra parte, desde el sindicato han remarcado que no entienden porque durante la crisis de la COVID-19 sí se les incluyó como servicios esenciales estatales, pero ahora se les ha dejado fuera de esa lista.
Además, han enviado un modelo de carta a los representantes veterinarios de los departamentos para que se la hagan llegar a los prefectos de sus zonas con el fin de efectuar cuanto antes el cambio. En algunas zonas del país galo, como Alta Francia o el departamento de Doubds, las reclamaciones están funcionando y se está añadiendo los servicios veterinarios como fundamentales.
Este personal elemental tiene habilitadas unas franjas horarias para repostar que dependen también directamente del prefecto. Además, hasta el día 22 de octubre, está prohibido llenar garrafas o botellas de cualquier tipo con carburante a no ser que se tenga una causa justificada y se haga acompañado por la gendarmería.