Españoles evalúan mejoras en el tratamiento con trilostano del Cushing canino

El trilostano es el fármaco más común utilizado para tratar el síndrome de Cushing (SC) canino. Este fármaco ha demostrado ser eficaz para reducir las concentraciones de cortisol y controlar los signos clínicos tanto en perros con hipercortisolismo dependiente de la hipófisis (PDH) como con hipercortisolismo dependiente de las glándulas suprarrenales (ADH).

Los tiempos de supervivencia de los perros con PDH tratados con trilostano oscilan entre 549 y 930 días, y los factores asociados con un mal pronóstico incluyen una mayor edad al momento del diagnóstico, concentraciones altas de fosfato sérico, así como un mayor peso.

En este aspecto, dosis iniciales más bajas de trilostano (0,2-1,1 mg/kg) administradas dos veces al día han demostrado ser eficaces para controlar los signos clínicos en perros con PDH, con menos efectos adversos que las dosis más altas. Sin embargo, no se ha evaluado la supervivencia a largo plazo de los perros con este protocolo de tratamiento.

Para arrojar luz sobre este asunto, investigadores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, en colaboración con el Hospital Veterinario AniCura Valencia Sur, han desarrollado un trabajo con el objetivo de evaluar la supervivencia de perros con PDH tratados con dosis iniciales bajas de trilostano (0,2-1,1 mg/kg dos veces al día) y la influencia de las variables clinicopatológicas en el tiempo de supervivencia. Un segundo objetivo fue evaluar la influencia de la presión arterial sistólica en el momento del diagnóstico sobre la supervivencia en perros con PDH.

Para llevar a cabo la investigación, se incluyeron retrospectivamente las historias clínicas de 91 perros diagnosticados con PDH tratados inicialmente con 0,2-1,1 mg/kg de trilostano dos veces al día. Los tiempos de supervivencia se calcularon utilizando modelos matemáticos.

En general, la mediana de supervivencia fue de 998 días. En el análisis multivariable, la edad, presencia de calcinosis cutis, condición corporal y un mayor recuento de plaquetas, se correlacionaron negativamente con la supervivencia. Por su parte, la presión arterial sistólica no se asoció con la supervivencia.

Por lo tanto, ante estos datos, los autores consideran que “el tratamiento con dosis bajas de trilostano dos veces al día proporciona una supervivencia ligeramente más larga que la reportada previamente para perros con PDH tratados una o dos veces al día con dosis más altas”.

Además, “la edad avanzada, la presencia de calcinosis cutis, condición corporal y mayor recuento de plaquetas, pero no la hipertensión sistémica, son predictivos de peor pronóstico en perros con PDH”.