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Segundo hallazgo en jabalíes europeos de una micobacteria zoonótica emergente
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Segundo hallazgo en jabalíes europeos de una micobacteria zoonótica emergente

Dada la naturaleza de la enfermedad, los autores consideran que “el caso analizado es extremadamente interesante”
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Los animales silvestres de vida libre, como el jabalí, son huéspedes de micobacterias.

Las bacterias pertenecientes al género Mycobacterium son algunos de los patógenos más peligrosos que amenazan la salud y la vida de animales y humanos. Las micobacterias se pueden dividir en especies típicas, causantes de tuberculosis y pertenecientes al grupo Mycobacterium tuberculosis complex (MTBC), y micobacterias no tuberculosas (NTM).


El grupo más numeroso de micobacterias es NTM. Actualmente, más de 200 bacterias han sido clasificadas como pertenecientes a este grupo, de las cuales aproximadamente 30 son patógenas para humanos y animales. Sin embargo, estos números se actualizan con frecuencia porque cada año se registran nuevas especies.


Junto con el aumento en el número de especies descritas en el mundo, existe una tendencia global al alza en los casos notificados de infecciones por micobacterias, tanto en humanos como en animales. Los animales silvestres de vida libre, como el jabalí, con frecuencia son huéspedes de NTM y MTBC. Su libre migración los hace piezas clave en la propagación de la enfermedad asociada con bacterias del género Mycobacterium.


Las enfermedades causadas por MNT se denominan micobacteriosis. Pueden incluir enfermedades de los pulmones, los ganglios linfáticos, la piel y el tejido subcutáneo, así como peritonitis. Una de las especies más peligrosas de micobacterias no tuberculosas es M. kansasii (MKC), porque la micobacteriosis causada por esta micobacteria puede provocar la muerte en más del 50 % de las personas infectadas si no reciben tratamiento.


M. kansasii se describió por primera vez en 1953. Esta especie ha sido aislada e identificada como un patógeno de animales de vida libre y humanos, y fue detectada por primera vez en Europa en el 2015, en España.


Con el objetivo de estudiar la infección de animales silvestres con bacterias pertenecientes al género Mycobacterium y determinar la especie de las cepas aisladas, unos investigadores han llevado a cabo un estudio reciente en Polonia.


Como parte de la investigación, los científicos examinaron los ganglios linfáticos submandibulares de un jabalí macho abatido en la parte sur del país. El animal no mostró signos de enfermedad. Se enviaron muestras al Instituto Nacional de Investigación Veterinaria de Polonia para evaluar la prevalencia de tuberculosis y micobacteriosis en poblaciones de animales de vida libre.


El examen anatomopatológico de los ganglios linfáticos submandibulares mostró la estructura fisiológicamente normal del tejido y la ausencia de lesiones indicativas de infección por bacterias del género Mycobacterium. Después de 12 días de incubación, se obtuvo un aislado bacteriano. Los resultados indicaron que M. kansasii fue la especie aislada de los tejidos de jabalí.


PRIMER CASO EN POLONIA Y SEGUNDO EN EUROPA


Ante estos hallazgos, los autores han declarado que “MKC representa una grave amenaza para la salud y la vida humana; por lo tanto, su presencia entre los animales de vida libre es motivo de gran preocupación”. Los resultados de este estudio “presentan el primer caso de aislamiento de esta especie de un jabalí en Polonia y solo el segundo caso en Europa”.


Sobre este descubrimiento, “la fuente de infección de un animal de vida libre con un patógeno que causa enfermedad principalmente en humanos es un rompecabezas. Sin duda, la naturaleza omnívora del jabalí y sus frecuentes excavaciones en el suelo aumentan significativamente la probabilidad de transferir el patógeno al organismo animal”, apuntan los expertos.


Además, dado que el microorganismo es una micobacteria que muy rara vez es responsable de la micobacteriosis del jabalí, “hace que el caso analizado sea extremadamente interesante”.


Por lo tanto, teniendo en cuenta la popularidad de la caza del jabalí, la caza furtiva potencial y el hecho de que el jabalí vive cada vez más cerca de los humanos, “existe el riesgo de transmisión del patógeno a los humanos y, en consecuencia, a los animales domésticos y de granja”, añaden.


“El conocimiento de la presencia de MKC entre la población de jabalíes puede ayudar a concienciar al público sobre los peligros de consumir animales salvajes sin conocer los procedimientos seguros. Para controlar la prevalencia de MKC en la población de jabalíes, es necesario realizar exámenes periódicos de los individuos abatidos por los cazadores”, finalizan.

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