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COVID-19: Investigaciones confirman su origen zoonótico y al mercado de Wuhan como epicentro
EDICIÓN

COVID-19: Investigaciones confirman su origen zoonótico y al mercado de Wuhan como epicentro

Tres nuevos estudios sobre el origen de la pandemia apuntan a que el SARS-CoV-2 pudo pasar dos veces de animales a humanos en el mercado de Wuhan
Mercado comida china

Tres nuevas publicaciones apuntan al mercado de Huanan, en Wuhan, como punto de partida del SARS-CoV-2. Este vínculo epidemiológico está en sí mismo a favor de un origen zoonótico de la enfermedad humana, ya que los investigadores pudieron asociar las dos primeras líneas virales de coronavirus encontradas en humanos con este mercado.


Desde los primeros casos se identificó un vínculo epidemiológico con el mercado de Huanan, pero este aún era insuficiente para demostrar que dicho mercado era el origen de la pandemia. A partir de enero de 2020, se comprobó el carácter contagioso de la COVID-19 pero no su origen zoonótico. Más tarde, en febrero de 2021, el grupo de expertos enviado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en misión conjunta con las autoridades chinas, concluía que el SARS-C oV-2 es de origen animal.


Ahora tres nuevos estudios, publicados de forma pre-impresa y analizados en la revista Naturecentran su trabajo en los diferentes aspectos de la propagación viral del SARS-CoV-2 en el mercado de mariscos de Huanan. Las dos primeras publicaciones retratan los primeros aspectos epidemiológicos de la pandemia vinculados al mercado de Huanan donde se vendían animales vivos, mientras que la tercera publicación muestra que el SARS-CoV-2 habría pasado de animales a humanos dos veces de forma independiente, entre noviembre de 2019 y enero de 2020.


Estas tres publicaciones juntas aportan nuevos datos que indican que es probable que el origen del brote se produjera dentro o en las inmediaciones del mercado de Huanan.


WUHAN, EL INICIO


El primer estudio fue prepublicado el 25 de febrero, reúne los resultados de varios laboratorios chinos implicados en la recogida de las 1.380 muestras a principios de 2020: 923 procedían del entorno de mercado y 457 de 18 especies animales (especies comercializadas en este mercado: aves, serpientes, tejones, salamandras, cocodrilos o animales callejeros cerca del mercado). En el entorno de mercado, 73 muestras dieron positivo por RT-qPCR y se pudieron aislar tres coronavirus en líneas celulares. Todas las muestras tomadas de los animales fueron negativas.


Las muestras positivas provinieron principalmente de la parte occidental del mercado. Además, se descubrió que los virus aislados del entorno del mercado eran 99,99 % idénticos a la cepa del virus aislada de los primeros casos humanos de COVID-19 en Wuhan.


Las otras dos publicaciones se centraron en el estudio geoespacial y genómico de cepas virales aisladas en el mercado de Huanan y en demostrar su riesgo zoonótico. Estos estudios se basan en los análisis genéticos realizados a las muestras de coronavirus tomadas del mercado y a las personas infectadas en diciembre de 2019 y enero de 2020, así como en análisis de geolocalización de las ubicaciones del mercado donde se vendían los animales.


LA PRUEBA DEL ORIGEN ZOONÓTICO


Los autores aseguran que el coronavirus se propagó entre los mamíferos en jaulas en el mercado de Huanan en noviembre de 2019. La evidencia de esto proviene de casi 600 muestras de objetos en el mercado tomadas en enero de 2020. De ellos, 33 dieron positivo por el virus, según un informe del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China.


Ahora la publicación dirigida por Michael Worobey, biólogo de la Universidad de Arizona, se centra en el estudio espacial y genómico de los primeros casos de COVID-19 diagnosticados en diciembre de 2019. El equipo de Worobey ha mapeado las ubicaciones precisas de estos objetos probados positivamente, descubriendo que 31 de los 33 objetos estaban en la parte occidental del mercado, donde se almacenaban mamíferos vivos.


Se encontraron hasta cinco muestras positivas en un puesto. Los artículos que dieron positivo incluyeron una jaula de metal, carros usados para mover jaulas y un objeto para quitar el pelo y las plumas. Todos objetos que están directamente relacionados con los animales.


Documentos y fotos muestran qué mamíferos vivos estaban presentes en el mercado de Huanan en noviembre de 2019. Estos incluían perros mapaches, tejones cerdo del norte, ratas de bambú chinas y zorros. "Todos estos animales pueden infectarse con el SARS-CoV-2", apuntan. 


Recopilaron mucha información sobre el registro de empresas, fotografías del mercado tomadas antes de que cerrara, artículos de periódicos y grabaciones de audio y video de médicos y pacientes en Wuhan sobre los primeros casos conocidos de COVID-19 y los informes científicos publicados desde la investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).


A partir de ese trabajo de documentación, el  análisis geoespacial reveló que 156 casos que ocurrieron en diciembre de 2019 se agruparon estrechamente alrededor del mercado, con una mayoría en el sector occidental, y los casos se dispersaron gradualmente en Wuhan en enero y febrero de 2020. 


Alrededor del 25 de noviembre de 2019, el virus SARS-CoV-2 pasó de uno de estos mamíferos infectados a un humano. Eso sucedió nuevamente alrededor del 2 de diciembre, pero esta vez con una variante ligeramente diferente del virus.


El SARS-CoV-2 existía desde el principio en dos variantes, la línea A y la línea B. Se diferencian entre sí en dos mutaciones. Según explican, la línea A se parece más a virus de murciélago relacionados. La línea B fue la primera en saltar a los humanos, y en el futuro fue mucho más común que la línea A.


EL MERCADO FUE AMPLIFICADOR ¿Y NO ORIGEN?


El tercer estudio, dirigido por el virólogo George Gao del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China, ha aportado más detalles sobre las pruebas de objetos y animales que se han llevado a cabo en el mercado. Así, muestra que "un objeto dio positivo para la línea A. Todos los demás virus SARS-CoV-2 encontrados en artículos en el mercado eran de la línea B. Entonces, esta es la primera evidencia de que ambas variantes estaban presentes allí". 


Los responsables de la investigación analizaron 1.380 muestras de 188 animales y elementos del entorno como sistemas de alcantarillado, contenedores y utensilios utilizados con los animales. 


Hallaron SARS-CoV-2 en 73 de las muestras, la mayoría de las cuales pertenecían a elementos ambientales y del entorno, ninguna a animales. Este hecho sugiere que fueron los humanos los que introdujeron el virus en el mercado, por lo que la investigación lo considera como un “amplificador” y no la fuente del origen del SARS-CoV-2.

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