La Asociación Española de Veterinarios Municipales ha expresado una gran preocupación por la situación que existe en la ciudad Autónoma de Melilla, debido a la presencia reiterada de casos de rabia canina que se han producido en los últimos meses. Siete casos diagnosticados y confirmados por el Instituto Carlos III en seis meses. Cifras inauditas para esta enfermedad en un espacio de tiempo tan corto.
Según las informaciones que maneja dicha asociación, “se están produciendo gravísimas irregularidades en la gestión de esta crisis sanitaria. Irregularidades de todo tipo, por inacción, por suplantación, por incumplimiento de la legislación vigente a sabiendas, por decisiones contrarias a lo marcado en el Plan de contingencia contra la rabia, y lo más grave, la obstrucción a los veterinarios oficiales de la ciudad de Melilla, únicos funcionarios autorizados para tomar decisiones en relación con esta crisis, por motivos estrictamente competenciales”.
La mayoría de las irregularidades indicadas, “según nuestras informaciones, tienen su origen en decisiones adoptadas por la consejera de Sanidad, Dª. Francisca García Maeso en relación con la gestión de la crisis sanitaria. Decisiones que, no solo contraviene la legislación vigente, sino que, además, pone en muy grave riesgo a la población de la Ciudad Autónoma de Melilla”.
El vigente Plan de Contingencia para el control de la rabia establece que las autoridades competentes ejecutoras de este control y aplicación del Plan en Las Comunidades/Ciudades Autónomas, son los veterinarios oficiales de Sanidad Animal y Salud Pública. Por todo ello, la asociación ha solicitado al presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla el cese de dicha consejera por su incapacidad manifiesta en un puesto de tanta trascendencia como la Consejería de Sanidad, responsable del control de la enfermedad y de velar por la Salud Publica de la población.