Describen el primer caso de fibrosarcoma mediastínico en perro

Las masas mediastínicas se diagnostican comúnmente en perros y gatos y se pueden categorizar por ubicación anatómica. Si bien algunas masas son posiblemente benignas, como quistes, abscesos, granulomas o hematomas, también se han informado sarcomas y carcinomas tiroideos ectópicos, aunque ambos se consideran raros.

Por su parte, el fibrosarcoma se define como una neoplasia mesenquimatosa maligna causada por una proliferación anormal de fibroblastos. Esta neoplasia surge con mayor frecuencia en la piel, los tejidos subcutáneos y las cavidades bucales de las especies domésticas, siendo los sitios internos de origen menos frecuentes.

A este respecto, un grupo de veterinarios en EEUU han realizado el primer informe en un perro con fibrosarcoma mediastínico primario.

Un perro mestizo macho castrado de 8 años de edad se presentó para su evaluación en un consultorio veterinario después de unos días de letargo y aumento del jadeo. Se realizaron radiografías torácicas que revelaron derrame pleural subjetivamente moderado.

Al animal se le realizó un examen inicial que reveló taquicardia (170 latidos por minuto) y taquipnea (50 respiraciones por minuto). La citología del líquido pleural fue compatible con derrame hemorrágico.

En el centro, se realizaron nuevas radiografías torácicas, que se completaron después con una toracocentesis. Las pruebas revelaron una posible masa mediastínica craneal con derrame pleural moderado residual y neumotórax leve. La neoplasia maligna fue el principal diagnóstico diferencial.

Ante la sospecha, se realizó un aspirado con aguja fina de la masa torácica guiada por ecografía. La muestra de citología era baja en celularidad, y el estudio de las células mesenquimales con atipia celular moderada condujo a la clasificación de sarcoma.

El perro fue presentado para llevar a cabo la resección del proceso neoplásico. La masa se derivó para estudio anatomopatológico. La histopatología de la masa mediastínica y el tejido pulmonar asociado reveló cambios morfológicos compatibles con fibrosarcoma.

Ante este caso, y según el conocimiento de los autores, “este informe representa el primer caso de fibrosarcoma en el mediastino craneal en un perro”.

Por lo tanto, “el fibrosarcoma primario del mediastino craneal, aunque aparentemente es una causa rara de patología torácica en perros, debe considerarse en el diagnóstico diferencial de una masa mediastínica craneal”, concluyen.