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Describen la relación entre la personalidad canina y la jerarquía
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Describen la relación entre la personalidad canina y la jerarquía

Un estudio recoge que los perros ancianos y menos afables suelen ocupar lugares más altos en la jerarquía establecida
perros peleando
Los perros mayores tienen más probabilidades de ser dominantes.

Los perros que son más extrovertidos y decididos tienden a clasificarse más alto en la jerarquía, mientras que los perros más amigables tienden a clasificarse más abajo. Además, los perros mayores tienden a dominar en los hogares con varios perros, según un estudio reciente.


Los Investigadores estudiaron las relaciones jerárquicas de los perros de compañía. Los resultados muestran que los perros que son más extrovertidos tienden a clasificarse más alto en la jerarquía, mientras que la amabilidad mostró una correlación negativa con las puntuaciones de dominancia.


También confirmaron la asociación entre la edad de los perros y su rango de dominancia. “De manera similar a estudios anteriores, encontramos que los perros mayores tienen más probabilidades de ser dominantes”.


Como la personalidad puede cambiar lentamente con la edad, necesitaban verificar si sus resultados se mantenían independientemente de la edad. Encontraron correlaciones entre la edad y la extroversión, y vieron que estos rasgos tienen asociaciones positivas con la dominancia. Por el contrario, la afabilidad tuvo una correlación negativa con la puntuación de dominancia.


“Los perros mayores son menos agradables, los perros más agradables tienen una clasificación más baja en la jerarquía", indican los autores.


Además, preguntaron a los dueños para conocer su opinión sobre cuál de sus perros es el dominante y comprobaron si la respuesta se correlaciona con la puntuación de dominancia calculada. Descubrieron que los propietarios pueden juzgar la jerarquía entre sus perros con una precisión considerable.


Asimismo, descubrieron en el estudio que la personalidad de los perros de la familia tiene una relación compleja con la jerarquía del grupo y el rango ocupado de los perros individuales dentro del grupo. Pero “se necesita más investigación para descubrir qué relaciones causales pueden existir entre los rasgos de personalidad y el rango ocupado”, recoge el estudio.


CANINE BIG FIVE


En un estudio a gran escala sobre rasgos de personalidad llamado Canine Big Five, los investigadores analizaron los datos de 1.082 perros. El único criterio del cuestionario era que los propietarios participantes tuvieran más de un perro viviendo juntos. Solo incluyeron los datos de perros de más de un año, porque tanto la personalidad como el comportamiento social todavía cambian rápidamente en la etapa de cachorro.


El cuestionario de personalidad Canine Big Five evalúa cinco rasgos de personalidad, energía, amabilidad, confiabilidad, confusión e inteligencia.


Cuatro de estos cinco rasgos de personalidad mostraron una correlación significativa con la llamada "puntuación de dominancia" calculada a partir de las interacciones entre perros, que indica la posición de cada perro en la clasificación del hogar.


DOMINANCIA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE UN ETÓLOGO


En el caso de investigar el comportamiento canino, la definición y utilidad de los términos 'dominancia', 'rango' y 'jerarquía' se han convertido en tema de intenso debate, no solo entre los dueños y entrenadores de perros, sino también entre los investigadores del comportamiento.


En este sentido, los autores comentan que estas expresiones son más relevantes para la persona que observa un grupo de perros que viven juntos y que desea describir la estructura del grupo y conocer los factores que están detrás del comportamiento observado.


También explican que “la fuerza impulsora real detrás de las interacciones competitivas de los perros individuales son simples: sus diferencias en fuerza relativa, niveles de motivación y experiencias previas”.


Tal y como apuntan en el artículo, en los humanos, el "dominio" se considera principalmente como un rasgo de personalidad, pero en etología solo es relevante como una medida cualitativa de las relaciones sociales.


“No es nuestro trabajo como etólogos hacer justicia al debate. A nuestro entender, el dominio no es un rasgo de personalidad. Al mismo tiempo, es una suposición lógica que la personalidad que tiene una fuerte influencia en el comportamiento social de un individuo también podría tener un efecto en el curso y el resultado de las interacciones perro-perro, por lo tanto, en las relaciones de dominación. En términos más generales, las diferencias en los rasgos de personalidad de los individuos de un grupo pueden afectar la jerarquía construida por las interacciones y los rangos de los individuos. Estas fueron las principales hipótesis detrás de nuestra investigación actual”, concluyen.

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