Una veterinaria epidemióloga habla sobre la vacunación COVID-19 en niños

Durante los primeros meses en los que se puso en marcha la campaña de vacunación contra la COVID-19, todos los países se centraron en la población adulta, especialmente los mayores de 60 años, al ser sectores con mayor riesgo de sufrir las consecuencias de la enfermedad.

A día de hoy, con estos sectores de la población ya vacunados, el foco de la campaña se ha centrado en los niños, grupo de edad menos susceptible de sufrir las consecuencias de la enfermedad, pero igualmente importante desde un punto de vista epidemiológico.

La estadounidense Pfizer aprobó su vacuna con éxito en niños menores de los 12 años, y las dos vacunas chinas, Sinovac y Sinopharm, se han aprobado para niños mayores de 3 años.

Tras las nuevas aprobaciones, muchos países, entre los que se encuentran EEUU y España, van a comenzar a vacunar a los sectores más jóvenes de la población.

A este respecto, Rebecca Lee Smith, veterinaria epidemióloga de la Facultad Veterinaria de la Universidad de Illinois, ha hablado de la expansión de la COVID-19 en esta franja de edad, y ha explicado los motivos por los cuales es recomendable su vacunación.

La experta ha declarado que la COVID-19 se encuentra entre las 10 principales causas de muerte de niños estadounidenses en 2021. “Más de 6,4 millones de niños han dado positivo, y en los estados que informan de estos datos, entre el 0,1 % y el 2 % de los niños que dieron positivo terminan en el hospital y hasta el 0,03 % muere”.

Además de todo lo anterior, “sabemos que las infecciones en los niños en edad escolar han provocado la infección comunitaria. La vacunación reduce el riesgo de infección y transmisión y, por lo tanto, protege al público, incluidos los hermanos menores, que aún no son vacunados”. 

Por otra parte, y dada la naturaleza de los niños, la veterinaria explica que “las escuelas son un gran lugar para que los niños intercambien gérmenes, y este virus no es una excepción”. “Ha habido brotes importantes en las escuelas de todo el país, lo que ha obligado a los centros a cambiar al modelo de enseñanza online. Por lo tanto, la vacunación generalizada reduciría tanto el riesgo de infección en el entorno escolar como la necesidad de cuarentenas extensivas”, añade.

En cuando a los efectos secundarios de las vacunas sobre los niños, la veterinaria indica que “los pocos eventos adversos graves que se han asociado con la vacunación, como la miocarditis, una inflamación del corazón, son más comunes después de la infección que después de la vacunación”.

En resumen, Lee Smith recomienda “que los padres vacunen a sus hijos tan pronto como sea posible”. Y recuerda que los niños que reciban la primera dosis de la vacuna “no estarán completamente vacunados para las fiestas navideñas, así que tenga cuidado con las exposiciones durante las vacaciones”.

SITUACIÓN EN ESPAÑA

Por otra parte, la Comisión de Salud Pública del Gobierno de España, celebrada en la mañana del pasado 7 de diciembre, aprobó la incorporación de los niños y niñas de entre 5 y 11 años a la Estrategia nacional de vacunación contra la COVID-19.

En España hay censados, según datos del Gobierno, unos 3,3 millones de niños y niñas de estas edades que son susceptibles de recibir la protección frente a la COVID-19. En este momento, los menores de 12 años constituyen el grupo de edad con mayor incidencia acumulada de casos de COVID-19.

Por ello, la Comisión de Salud Pública ha aprobado la vacunación de estas cohortes de edad, para disminuir la carga de enfermedad de este colectivo y la transmisión en el entorno familiar, en los centros educativos y en la comunidad. En este sentido, la Comisión destaca la importancia de proteger a los menores de estas edades, no solo de la enfermedad en su faceta aguda, sino también ante posibles afecciones a futuro y frente al síndrome de COVID persistente.

Será este miércoles 15 de diciembre cuando los respectivos servicios de salud autonómicos empiecen a inocular estas dosis.

El Ministerio de Sanidad recomienda que la vacunación de este grupo de edad comience preferiblemente por las personas de alto riesgo y las cohortes de mayor edad (10 y 11 años). La segunda dosis de la vacuna pediátrica se administrará a las 8 semanas de la primera.