Veterinarios ayudaron a desarrollar la vacuna COVID-19 de Johnson & Johnson

El 27 de febrero, la Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU aprobó una nueva vacuna de dosis única de Johnson & Johnson para combatir la pandemia de COVID-19.

En un estudio, se demostró que la nueva vacuna de Johnson & Johnson tiene una efectividad del 72 % en los Estados Unidos y del 66 % a nivel mundial para prevenir cualquier enfermedad COVID-19 sintomática. La vacuna fue eficaz en un 85 % para prevenir complicaciones graves del virus; nadie que recibió la vacuna en los estudios fue hospitalizado o murió debido a COVID-19.

La vacuna fue desarrollada a través de una colaboración entre Johnson & Johnson y Beth Israel Deaconess Medical Center (BIDMC), con el apoyo de la Universidad de Tufts. Los veterinarios de Tufts trabajaron con el inmunólogo de BIDMC Dan H. Barouch y los co-investigadores en múltiples estudios, incluido uno en hámsteres que fue uno de los primeros en informar la protección de la vacuna contra la neumonía y las muertes graves relacionadas con COVID-19.

“Me emocionó ver que los resultados de los ensayos clínicos en humanos reflejaban los resultados predichos por los estudios preclínicos a los que hemos estado contribuyendo”, comenta Amanda Martinot,  veterinaria y coautora de varios estudios con Barouch. “Personalmente, sienta muy bien ser científica, patóloga veterinaria e investigadora de vacunas en este momento. Estoy muy agradecida de tener la oportunidad de contribuir a este importante trabajo”.

Aunque la protección reportada para las vacunas Moderna y Pfizer el pasado otoño fue mayor al 95 %, estos estudios previos se realizaron antes de la aparición de las variantes virales que son más contagiosas y parcialmente resistentes a los anticuerpos. La vacuna J&J muestra eficacia contra estas variantes y proporciona otra herramienta para ayudar a combatir la pandemia.

Además de aumentar el número total de dosis de vacunación disponibles, la vacuna de Johnson & Johnson también debería ser más fácil de distribuir. Eso es porque, a diferencia de las otras vacunas disponibles, solo requiere una inyección para ayudar a proteger a las personas. También es una vacuna más estable al calor, ya que se puede mantener en frío hasta tres meses, lo que facilita su envío y almacenamiento.