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Los veterinarios, sanitarios en primera línea salvaguardando la salud pública
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Los veterinarios, sanitarios en primera línea salvaguardando la salud pública

​José Luis Gardón, presidente Asociación de Veterinarios Titulares y Veterinarios de las Administraciones Públicas
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José Luis Gardón, presidente Asociación de Veterinarios Titulares y Veterinarios de las Administraciones Públicas.

Uno de los objetivos que nos hemos marcado en esta Asociación para llevar a cabo este año es dar a conocer la importante labor que desarrolla nuestro colectivo en el campo de la prevención sanitaria y los extensos beneficios que nuestro trabajo aporta a la sociedad.


El porqué de esta inquietud viene dado por haber detectado a lo largo de los años, y aún más con esta pandemia, que los veterinarios no hemos sabido dar valor al trabajo que realizamos: o bien falta comunicación o ésta no es efectiva. Esto hace que la sociedad, en general, se limite a vernos como meros sanadores de animales.


Para empezar, en el actual contexto de globalización en el que vivimos, el veterinario es el profesional que asegura la sanidad y bienestar animal en granjas, mataderos y salas de despiece; el control, higiene y seguridad alimentaria en mercados mayoristas y centros de distribución; y realiza la inspección sanitaria en pequeños comercios. En la Administración Pública supervisa el tránsito y movimiento de animales sin olvidar la inspección sanitaria en cocinas de hospitales, residencias y otros establecimientos de restauración colectiva. Además, gracias a los veterinarios clínicos es posible que las personas sigamos conviviendo con los animales de compañía, garantizando que se encuentran sanos, sin suponer un riesgo para la salud de sus propietarios. La labor del veterinario en el control de las zoonosis resulta fundamental, ya que suponen un 70 % de las enfermedades que afectan actualmente a nuestra sociedad. Además, como bien sabemos, muchas de estas enfermedades, pueden tener terribles consecuencias.


Los veterinarios constituimos la primera barrera sanitaria en nuestras fronteras a nivel sanitario, actuando como filtro de todo tipo de patógenos procedentes de terceros países, tanto en productos de uso o consumo humano, como en animales vivos y productos destinados al consumo animal. Recordemos que el estatus sanitario de muchos de estos países no es comparable al de la UE. Lamentablemente, esto no suele ser tenido en cuenta por parte de los servicios de prevención de riesgos laborales de la Administración Periférica de la Administración General del Estado (AGE), ni la Administración aprecia la importancia del trabajo que realizamos.


Una prueba clara de lo anterior la tenemos con la exclusión de los funcionarios veterinarios de la AGE, a pesar de la exposición que supone el trabajo que realizan, de los grupos preferentes para la vacunación contra la COVID-19. Un claro ejemplo de esa exposición, lo tenemos en los controles fronterizos para el control de los alimentos que portan los viajeros que llegan a la UE o en el control de las mascotas a la entrada del territorio de la UE; también en los controles de descargas directas de pesqueros con bandera de tercer país o en la inspección de cualquier contenedor, con manipulación de carga o, incluso, con la entrada en el mismo contenedor. Todas estas labores suponen una exposición directa a todo tipo de patógenos, que debería dar a estos funcionarios la consideración de colectivo de alto riesgo, por la peligrosidad que todo ello supone.


Siguiendo con esta filosofía de actuación, la Administración del Estado precariza y minusvalora a un colectivo cuya labor, como primera barrera sanitaria, es evitar, en gran medida, la introducción de nuevos patógenos. Esta pandemia ha demostrado que no se puede cargar toda la protección de la salud en el sistema sanitario, sin una labor de prevención, pues el sistema se acaba colapsando, como, lamentablemente, estamos viendo en la actualidad.


Tenemos que protestar contra esta infravaloración, por parte del Estado, de nuestra labor de prevención en salud pública, sanidad animal y en salud medioambiental, y reivindicar la valía de nuestra profesión como sanitarios. Los veterinarios prestamos un servicio fundamental que hay que sacar a la luz para que se nos tenga en muy en cuenta, como nos merecemos, como fieles valedores para la puesta en práctica del concepto One Health que exigen muchos organismos internacionales. Esta valía la ha demostrado nuestro colectivo en numerosas ocasiones.


Esperamos que la AGE, empezando por el Ministerio de Sanidad, siguiendo por el de Agricultura y finalizando por el de Política Territorial abran los ojos y pongan remedio lo antes posible a toda esta situación.

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