El tipo de dieta afecta al metabolismo de los perros sanos y atópicos

Muchos dueños de perros han creído que una dieta cruda podría ser una opción saludable para su mascota, pero hay muy poca investigación científica al respecto. Por otra parte, la dermatitis atópica en perros es una de las enfermedades para las que se busca tratamiento dietético. El estudio recopiló datos sobre como la dieta afecta el metabolismo en perros, tanto sanos como atópicos.

Los perros de la investigación se dividieron en dos grupos en función de la dieta recibida, un grupo recibió alimentos comerciales ricos en grasas y bajos en carbohidratos crudos, y el otro, alimentos secos comerciales, moderadamente grasos y ricos en carbohidratos. Los perros fueron testeados mediante análisis de sangre y orina para estudiar los metabolitos producidos.

La diferencia de los metabolitos de sangre y la orina entre los grupos de alimentación era grande, pero no hubo diferencias significativas entre perros sanos y atópicos antes o después del estudio. Sin embargo, el ensayo encontró que la dermatitis atópica subyacente puede condicionar la respuesta del metabolismo de los perros a la dieta, ya que las mayores diferencias entre los grupos de alimentación se observaron en los individuos atópicos tras varios meses de dieta de prueba.

"Aunque los resultados son preliminares, nuestro estudio piloto sugiere que ciertos cambios en el metabolismo del grupo de dieta a base de carne pueden ser beneficiosos, mientras que los cambios en aquellos que han comido alimentos secos serían perjudiciales para la salud", señala el investigador Robin Moore, de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Helsinki.

Los perros que comieron carne cruda tenían niveles significativamente altos de carnitina y creatina al final del estudio de alimentación. La carnitina es un aminoácido clave en el metabolismo de las grasas e importante para el bienestar del corazón. La creatina, por otro lado, es importante en la producción de energía en las células musculares. Los perros que comieron alimentos crudos también tenían niveles más altos de ribosa-5, compuesto que indica que el metabolismo de estos perros se había modificado y tenía una mayor dependencia de las grasas y proteínas como fuente de energía.

Los perros alimentados con alimentos secos tenían niveles más altos de metionina y cistationina en la sangre, compuestos involucrados en muchos procesos de regulación genética, como la eliminación de la homocisteína del cuerpo y la activación del ciclo de metionina.

En conclusión, "las diferencias en la sangre y la orina indican que las vías metabólicas inflamatorias en los perros eran más activas en los perros que comían alimentos secos, y especialmente en los perros atópicos que comían alimentos secos", apunta Moore.