Hasta la fecha, no existen evidencias científicas que sugieran que los animales de compañía puedan estar implicados en la transmisión del virus en condiciones naturales, y se considera que el riesgo de contagio de los animales a las personas es bajo. Sin embargo, en ciertas ocasiones, algunos animales sí que han adquirido la infección tras el contacto estrecho con personas infectadas por COVID-19 (antropozoonosis).
Asimismo, las organizaciones sanitarias a nivel mundial (OIE, CDC, AVMA, etc) consideran que hoy en día no es aconsejable la realización de pruebas de diagnóstico de SARS-CoV-2 en animales de forma generalizada.
Por todo ello, la Organización Colegial Veterinaria (OCV) aconseja que la toma de muestras y la realización de pruebas de diagnóstico en animales se consideren únicamente en situaciones que puedan dar lugar a un beneficio o estén justificadas científicamente; por ejemplo, si los resultados pueden servir de base para la toma de decisiones, para la gestión de poblaciones animales e individuos, para dar respuesta a problemas de salud pública o para obtener conocimiento sobre la transmisión del virus.
En este sentido, la OIE y la CDC elaboraron conjuntamente una tabla para facilitar la priorización de decisiones y en la que se proporcionaban factores de riesgo epidemiológico y características clínicas que podrían justificar la realización de estas pruebas.
PAUTAS DE ACTUACIÓN PARA LOS VETERINARIOS
Ante la sospecha de que un animal pudiera estar infectado por SARSCoV-2, la OCV señala que el veterinario clínico debería seguir las siguientes pautas de actuación.
En primer lugar, y dado que los signos clínicos no son en absoluto exclusivos del SARS-CoV-2, recomiendan encarecidamente que se descarten las causas más comunes de enfermedades compatibles con esos signos clínicos antes de considerar la posibilidad de realizar pruebas de detección del SARS-CoV-2. Una vez descartadas otras patologías, se deberían tener en cuenta los criterios de la OIE y CDC para decidir si estaría justificada la realización de pruebas de diagnóstico en ese animal.
“La manipulación y la toma de muestras de animales potenciales positivos podrían tener consecuencias para la salud pública si no se realizan de forma correcta. Por ello, una vez tomada la decisión de llevar a cabo el diagnóstico, es muy importante que el muestreo sea siempre realizado por personal competente y utilizando los métodos y el equipo de protección adecuados”, advierten.
Además, el protocolo de la OCV recoge información sobre las medidas de protección, toma de muestras, almacenamiento y transporte, o el cuidado y aislamiento de los animales.