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Lidiar con la ansiedad por separación en perros
EDICIÓN

Lidiar con la ansiedad por separación en perros

Un estudio señala que la ansiedad por separación afecta a uno de cada cuatro a seis perros, y es aún más común en perros mayores. Si bien, hay maneras de reducir el riesgo de que el perro adquiera la afección
Perro solo en casa
​La ansiedad por separación en las mascotas puede afectar a su calidad de vida y la de las personas que viven con ellas.

Las personas que viven con un perro que sufre ansiedad por separación nunca saben lo que encontrarán cuando regresen a casa y les resulta difícil transmitir la aprensión que sienten. ¿Se romperá su ventana y el perro habrá escapado, o estará exhausto por los constantes pasos o ladridos?


La ansiedad por separación es una condición psiquiátrica reconocida en las personas. En el caso de los perros, la veterinaria Diane van Rooy, de la Universidad de Sydney (Australia), afirma que la primera descripción de ansiedad por separación en estos animales apareció en un texto de 1968 sobre comportamiento anormal en animales. “Ahora es un término con el que muchos dueños de perros están muy familiarizados”, asegura.


Un estudio señala que la ansiedad por separación afecta a uno de cada cuatro a seis perros, y es aún más común en perros mayores. Pero estos son solo los perros cuyos dueños reconocen que tienen un problema al quedarse solos. Hay muchos perros que sufren en silencio, su angustia no es aparente.


Y la incidencia de ansiedad por separación en perros puede estar aumentando. “La gran mayoría de los perros ya no son perros de trabajo que pasan el día con nosotros. En cambio, ahora seleccionamos perros principalmente para que sean compañeros o miembros de la familia”.


Además, la situación actual vivida de varias semanas de confinamiento debido al coronavirus va a provocar situaciones de ansiedad en perros que antes no la tenían.


QUÉ ES LA ANSIEDAD POR SEPARACIÓN


La verdadera ansiedad por separación implica angustia real y continua. “Un perro que ladra por un minuto cuando te vas y luego se acuesta a dormir no tiene ansiedad por separación. Un perro que destruye muebles, ya sea que con personas presentes o no, no tiene ansiedad por separación”, advierte van Rooy.


En este sentido, aclara que los perros que sufren ansiedad por separación suelen ladrar, quejarse, arañar puertas o intentar escapar.


Los signos más sutiles, según la veterinaria, son perros hipervigilantes que no se relajan por completo cuando están solos, pueden caminar constantemente u otros perros pueden negarse a comer o beber hasta que llegue a casa.


“A menudo, los signos de angustia se vuelven evidentes cuando hay un cambio en el hogar o en las rutinas. Un escenario común es la familia que adquiere un cachorro para Navidad. Durante dos meses están constantemente juntos, el cachorro se lleva a todas partes y se juega regularmente con él. Pero cuando la escuela y el trabajo vuelven a la normalidad, de repente el cachorro se queda solo durante horas”.


Otros factores desencadenantes pueden ser la pérdida de un miembro de la familia o un evento aterrador como una tormenta eléctrica que ocurrió mientras el perro estaba solo.


CÓMO DETECTARLA


La veterinaria recomienda que si sospecha que su perro puede sufrir de ansiedad cuando se le deja solo, “lo mejor que puede hacer es grabarlo en video: utilice sus dispositivos digitales, configure una cámara y vea qué hace su perro. Si nota algún signo de angustia, busque ayuda. La ansiedad por separación se puede controlar y tratar, pero requiere compromiso y tiempo. Comience con su veterinario. Hay especialistas en comportamiento veterinario y veterinarios con calificaciones adicionales en comportamiento”.


Por otro parte, explica que hay formas de reducir el riesgo de que el perro adquiera ansiedad por separación. “Cuando adquieras un nuevo cachorro, comienza a exponerlo a momentos muy cortos de estar solo, inicialmente, solo un par de minutos y luego aumenta lentamente el tiempo que están solos. Además, no haga un gran alboroto cuando salga o llegue. Cuando los deje, asegúrese de que se queden con su juguete favorito o juguetes para dispensar alimentos”.


El ejercicio también es importante. Se ha encontrado que el ejercicio puede reducir la ansiedad y la depresión en las personas y también en los perros.


Los estudios muestran que los perros que hicieron más ejercicio tenían menos probabilidades de tener trastornos de ansiedad, incluida la ansiedad por separación. "Si es posible, lleve a su perro a caminar por la mañana, vuelva a casa y déjelo descansar durante media hora más o menos antes de irse", recomiendan los expertos.


Van Rooy advierte que la ansiedad por separación en perros y gatos también puede afectar seriamente la calidad de vida de la mascota y las personas que viven con ellos. “Con suerte, a medida que continuamos aprendiendo más sobre el trastorno, podemos reducir el riesgo o proporcionar tratamientos más específicos”.


INVESTIGACIÓN


Al igual que con todos los trastornos de conducta, hay interacciones entre la composición genética, el entorno inmediato y las experiencias de vida del perro. Además, también se está empezando a considerar el impacto que pueden tener las bacterias intestinales e informa que algunas líneas familiares de perros tienen un mayor riesgo.


Mi propio proyecto de investigación de doctorado tenía como objetivo identificar una base genética de la ansiedad por separación. Recluté 650 labradores y golden retrievers. Estas razas fueron elegidas simplemente porque son razas populares, la ansiedad por separación ocurre en perros de todas las razas”, explica.


Los propietarios completaron cuestionarios de comportamiento y obtuvo 200 muestras de ADN salival. También confirmó que los propietarios generalmente sabían lo que hacían sus perros cuando se quedan solos al comparar sus respuestas del cuestionario con las imágenes de video tomadas mientras los perros estaban solos.


“Encontré regiones en dos cromosomas que parecían aumentar o disminuir el riesgo en los labradores, pero no en los golden retrievers. Se necesita más trabajo para confirmar estos hallazgos en labradores y en perros de otras razas”, comenta la veterinaria.


Asimismo, a pesar de que afirma que se están haciendo grandes avances en la investigación genética, “cuando se trata de identificar los genes involucrados en los trastornos psiquiátricos, nos estamos quedando atrás. Por lo general, es la combinación de múltiples genes que trabajan juntos lo que parece contribuir a los trastornos psiquiátricos, en lugar de los cambios en solo uno o dos genes”.

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