Las mujeres embarazas que se infectan con este parásito pueden sufrir un aborto o malformaciones fetales. Sin embargo, el riesgo de contagiarse a través de las heces de un gato es reducido, ya que éstas tienen que estar en el ambiente varios días para volverse infectivas. 💩🦠

— Ana Huertas-López (@AnaHuertasVet) April 23, 2021