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Animales genéticamente modificados, esperanza para personas con válvulas cardíacas
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Animales genéticamente modificados, esperanza para personas con válvulas cardíacas

​Científicos buscan válvulas cardíacas de tejido animal modificado genéticamente que deberían disminuir las respuestas inmunes de las personas
Bull cow field the horn of africa animal fur
Las mutaciones genéticamente modificadas en las vacas podrían allanar el camino para que pacientes trasplantados reciban órganos animales completos en el futuro.

Cada año, alrededor de 300.000 personas en todo el mundo reciben una nueva válvula cardíaca. Siempre que sea posible, los médicos usan válvulas hechas de tejido de vacas o cerdos, porque las alternativas sintéticas pueden causar coágulos de sangre.


Pero hay un problema. Aunque las válvulas de tejido animal pueden durar hasta 30 años en personas mayores de 60 años, pueden destruirse en solo cinco años en una persona más joven, probablemente debido a su sistema inmunológico más agresivo.


Por ello, científicos italianos financiados por la Unión Europea en el proyecto TRANSLINK han clonado un toro genéticamente modificado utilizando la tecnología de edición de genes CRISPR para crear dos mutaciones bovinas que deberían disminuir las respuestas inmunes de las personas al tejido animal.


Las mutaciones eliminan dos azúcares que recubren las células del toro pero que no se encuentran en los humanos: α-Gal y Neu5Gc.


"El objetivo es tener animales que expresen tejidos que son menos extraños para el cuerpo humano", señala Emanuele Cozzi, coordinador del proyecto, que ha estado tratando de mejorar el éxito a largo plazo de los reemplazos de válvulas cardíacas.


En teoría, esto significa que el sistema inmunitario de las personas tendrá menos probabilidades de atacar el tejido animal, agrega Cozzi, quien es director de la Unidad de Inmunología de Trasplantes en el Hospital Universitario de Padua en Italia.


CALIDAD DE VIDA


Aproximadamente 100.000 personas al año reciben válvulas cardíacas sintéticas porque son demasiado jóvenes para recibir la versión de tejido animal.


Pero estas válvulas pueden provocar la formación de coágulos sanguíneos peligrosos, por lo que los pacientes tienen que vivir con anticoagulantes que imponen 'limitaciones severas' en la vida de una persona joven, indica Cozzi.


Las personas deben evitar los deportes competitivos y los trabajos con alto riesgo de lesiones, como la construcción o algún trabajo policial.


Aunque los datos preliminares sugieren que el sistema inmunitario de las personas ataca los trasplantes de válvula en respuesta al tejido animal utilizado, los científicos necesitan evidencia más sólida de esto antes de que puedan recomendar el uso del tejido animal genéticamente modificado, explica el experto.


Para entender más, TRANSLINK está llevando a cabo un estudio de 1.600 pacientes cardíacos, el más grande de su tipo, para comparar sus respuestas inmunes a los trasplantes de válvulas animales o sintéticas u otros tipos de cirugía. Los resultados se esperan el próximo año.


Si el estudio "muestra de manera convincente" que la inmunología está detrás del fallo prematuro de las válvulas cardíacas derivadas de animales, no debería ser demasiado difícil encontrar inversores potenciales que puedan llevar al mercado las válvulas de tejido genéticamente modificadas, asegura.


"Espero que, con base en los datos de nuestro estudio, podamos cambiar la perspectiva de los pacientes jóvenes ... (y ofrecerles) una mejor calidad de vida", subraya Cozzi. “Las mutaciones tanto en cerdos como en vacas pueden allanar el camino para que las personas reciban trasplantes de órganos de animales enteros”, añade.


ALERGIAS A LA CARNE ROJA


Los animales clonados también pueden beneficiar a las personas alérgicas a la carne roja, una reacción que a veces se desarrolla después de haber sido picados por una garrapata.


Los científicos creen que el principal culpable es el azúcar α-Gal que se encuentra en todos los animales, excepto los primates.

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