Finlandia reduce la resistencia antimicrobiana en perros y gatos

El laboratorio de Microbiología Clínica de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Helsinki ha informado que “las bacterias de gatos y perros se han vuelto menos resistentes a los antibióticos en los últimos años, probablemente como resultado de la reducción del uso de antibióticos”, según los datos recopilados entre los años 2014 y 2017.

En este sentido, por primera vez la proporción de estafilococos caninos pseudo-intermedios resistentes a la meticilina (MRSP) se redujo por debajo del 10%. Así, Merja Rantala, directora del laboratorio, señaló que “el porcentaje de cepas de MRSP nunca ha sido tan bajo durante el período de seguimiento”, aunque añadió, “todavía queda trabajo por hacer, pues casi una cuarta parte de las cepas bacterianas siguen siendo resistentes a los antibióticos macrólidos”.

Por otra parte, las bacterias de Escherichia coli también son ligeramente menos resistentes que antes, bacterias que son la causa más común de infección en el tracto urinario de los perros. De este modo, la reducción más significativa se observó en la resistencia a las fluoroquinolonas, reduciéndose en un 50%.

Así, Thomas Grönthal, doctor de la Universidad, explica que “este cambio debería de verse como algo positivo, pues las fluoroquinolonas son antibióticos de reserva muy importantes”.

Respecto a los patógenos felinos, señalan que “en general, los estafilococos y la bacteria E. coli de los gatos fueron más susceptibles a los antibióticos que los de los perros. Sin embargo, los niveles de resistencia se redujeron incluso entre los patógenos felinos. Por ejemplo, la resistencia a la amoxicilina-ácido clavulánico disminuyó significativamente, pues en 2017, solo fue del 7%”.

A pesar de este desarrollo positivo, “la proporción de cepas resistentes a los antibióticos sigue siendo alta, por lo que se deben tomar medidas”, apuntaron los expertos.

El motivo de la mejora en la reducción de la resistencia antimicrobiana se debe al gran trabajo de los veterinarios, "se han puesto manos a la obra y han trabajado muy duro para combatir la resistencia a los antibióticos, pues en lugar de recetar antibióticos, han decidido enviar muestras bacteriológicas para su análisis y con mayor frecuencia que antes", asegura Grönthal.