Un estudio reciente ha identificado proteínas clave en el líquido articular equino que podrían mejorar el diagnóstico temprano y el tratamiento de la osteoartritis (OA) en equinos.
La investigación utilizó proteómica avanzada para analizar el líquido sinovial (el líquido lubricante presente en las articulaciones) de caballos con y sin osteoartritis.
Los autores descubrieron que varias proteínas, como la alfa-2-macroglobulina y la proteína de la zona de gestación, mostraron diferencias significativas entre articulaciones sanas y artríticas.
Este hallazgo es un paso importante para avanzar en el diagnóstico y el tratamiento de la OA, afirman. "Con mayor frecuencia, la OA se diagnostica con base en los signos clínicos, seguidos de una confirmación radiográfica", añaden. "Uno de los problemas con este enfoque es que los cambios observados en la radiografía ocurren en una etapa tardía del desarrollo de la OA, una vez que las lesiones en la articulación son irreversibles. Nuestra mejor oportunidad para detener o ralentizar la progresión de la OA sería en una etapa muy temprana del proceso, antes de que se presenten cambios radiográficos y los signos clínicos, como la cojera, sean leves e intermitentes. Sin embargo, detectar los casos en esta etapa es muy difícil".
Otro desafío para la detección temprana de la OA equina es un problema técnico: los métodos de diagnóstico suelen depender de la presencia de los anticuerpos adecuados para unirse a proteínas específicas en una muestra, que posteriormente pueden medirse. "Si bien algunos anticuerpos pueden unirse a proteínas de varias especies, otras veces son más específicos de cada especie, y hay muchas proteínas en el caballo que nos gustaría medir, pero actualmente no disponemos de los reactivos de anticuerpos adecuados", afirman.
Con el fin de superar este problema logístico, los autores utilizaron espectrometría de masas para realizar un recuento molecular completo de todas las proteínas en las muestras de líquido articular de caballos con o sin OA.
“La ventaja de esta técnica es que no solo no necesitamos reactivos específicos para cada especie, sino que tampoco tenemos que empezar el experimento con objetivos específicos en mente. Con esta técnica podemos hacernos una idea de todas las proteínas en la muestra que estamos analizando, lo que nos puede proporcionar algunas que ni siquiera sabríamos que debemos buscar”.
Lo más notable fue la regulación positiva de las proteínas alfa-2-macroglobulina y la proteína de la zona de gestación en articulaciones enfermas. Si bien la alfa-2-macroglobulina se había asociado previamente con la OA en perros y humanos, la proteína de la zona de gestación no se había descrito antes en caballos. Si bien muchas de estas proteínas reguladas positivamente se consideran antiinflamatorias y se asocian con el mantenimiento de la salud articular, Secor explica por qué las muestras de OA presentarían niveles más altos: "Se cree que el cuerpo responde al trauma, la lesión o la degeneración articular inicial intentando aumentar las proteínas necesarias para mantener la salud articular, pero no puede superar el efecto degradante o inflamatorio, lo que resulta en la progresión de la OA", detallan.
Aunque los métodos utilizados en este estudio no son inmediatamente trasladables a una aplicación clínica, los hallazgos dan inicio a una investigación sobre qué marcadores se deberían utilizar como herramienta de diagnóstico en el establo.
“Estos hallazgos podrían allanar el camino para una prueba diagnóstica sencilla que utilice líquido sinovial para detectar la artrosis en etapa temprana en caballos. La intervención temprana es clave para preservar la salud articular y prolongar las carreras deportivas”, concluyen.